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No más economía de guerra: Por una banca limpia y sin armas

La campaña: “Banco Santander sin Armas»,  lanzada por diversas organizaciones sociales, detalla las inversiones de este corporativo financiero en ‘la economía de guerra’, así como en otros proyectos muy poco o nada ‘socialmente responsables’. Y este no es el único banco que lo hace…

La semana pasada se lanzó la web de la campaña “Banco Santander sin armas”, cuya finalidad es presionar a la entidad financiera que preside Emilio Botín para que deje de tener relaciones con la industria militar y con otras actividades contrarias a los derechos humanos y a la conservación del medio ambiente.

Las ONGs Justicia y Paz, el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y SETEM son las impulsoras de esta iniciativa, que se enmarca a su vez dentro de la gran campaña “Por una Banca Desarmada”.

Fruto de la misma fue la aparición en 2006 de una primera campaña, “BBVA sin armas”, que también continúa activa.

El objetivo de todas estas iniciativas es “por un lado, denunciar que hay un vínculo financiero entre estos bancos y las empresas que fabrican armas. Por otro lado, queremos dar a conocer esta realidad para movilizar a la sociedad”, explica a la red de Noticias Positivas Annie Yumi Joh, responsable de Finanzas Éticas de SETEM.

A través de la página web de “Banco Santander sin armas” se pueden conocer las relaciones comerciales de dicha entidad con compañías como EADS, consorcio europeo que participa en la producción de misiles provistos de cargas nucleares.

La campaña aboga en general por una ‘Banca limpia’
“También denunciamos otras actividades no militares, como la financiación que el Banco Santander presta a petroleras que no respetan el medio ambiente, o a empresas que actúan en contra del derecho sindical, como es el caso de la cadena de supermercados Wal-Mart”, destaca Miquel González, coordinador de la campaña para Justicia y Paz.

Yumi Joh añade que esta campaña también se sitúa dentro de la línea de SETEM de vigilar el impacto que tiene la intermediación financiera de los bancos sobre los países pobres.

“Un ejemplo claro es el proyecto brasileño Río Madeira, en el que el Banco Santander participa como banco agente encargado de liderar y coordinar la búsqueda de financiación”.

Este futuro complejo hidroeléctrico pretende embalsar el segundo río más caudaloso de la Amazonía, lo que tendrá desastrosas consecuencias para las poblaciones indígenas de la zona, cuyos recursos naturales también se verán dañados. Así fue también denunciado en el Tribunal Permanente de los Pueblos, celebrado el pasado mes de mayo en Madrid.

Unos inicios difíciles, con intentos de boicot y hackeo
El lanzamiento de la página web de “Banco Santander sin armas” no ha sido una tarea sencilla, principalmente por la oposición de la propia entidad financiera y también de Movistar (que pertenece al grupo de las empresas de Telefónica).

Los problemas comenzaron el pasado 23 de junio, cuando todavía no se había difundido públicamente el sitio, momento en que éste fue dado a conocer al Banco Santander por si consideraba que la página albergaba algún dato que fuera inexacto o que no fuera cierto. Al día siguiente, el portal sufrió una serie de ataques de hackers, los cuales pudieron detenerse a tiempo por los sistemas de seguridad del servidor.

Paralelamente, el Banco Santander formuló una denuncia en la que afirmaba que a través del dominio www.bancosantadersinsarmas.org se estaba haciendo phishing, es decir, se estaban robando los códigos de los clientes del banco con el objetivo de utilizarlos para entrar en sus cuentas personales. La entidad bancaria también acusaba a la web de abusar de su imagen corporativa.

Esta denuncia fue canalizada por Telefónica Empresas que presionó, sin verificar si tales acusaciones eran ciertas, para que el dominio fuera eliminado, y la web retirada del servidor.

Ante la denuncia, los propietarios del servidor donde está alojada la web la inhabilitaron. Los miembros de la campaña, sin embargo, les pudieron convencer de que tales acusaciones eran falsas, logrando así finalmente que el portal haya salido adelante.

Sí, otra banca es posible
Esta campaña también pretende hacer más visible una alternativa cada vez más sólida a la banca tradicional. Se trata de la banca ética, que se caracteriza por invertir sólo en proyectos respetuosos con los derechos humanos y el medio ambiente.

“Una opción muy interesante es el Proyecto Fiare, que promocionamos desde SETEM, y cuyo objetivo es crear una cooperativa de crédito a nivel europeo”, señala Yumi Joh. En España ya está operando esta entidad en calidad de agente de la Banca Popolare Etica italiana. Lo más destacado del Proyecto Fiare es su carácter participativo y abierto a toda la ciudadanía, explica Yumi.

“Con una aportación al capital social de tan sólo 300 euros entras a participar como socio. Esto te da derecho a asistir a la asamblea de la entidad con derecho a voz y voto”, explica la responsable de Finanzas Éticas de SETEM. “Cada persona tiene el mismo peso dentro de dicha asamblea, independientemente del dinero que haya puesto en la cooperativa».

Otra seña de identidad de este proyecto es la transparencia, que se manifiesta tanto en el destino de sus inversiones, información que está siempre al alcance de sus socios, como en los datos ofrecidos sobre la solvencia y el estado de la propia entidad.

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