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Narrativas para un mundo mejor

Argentina dice sí a los matrimonios entre personas del mismo sexo

Es el primer país de América Latina y el noveno a nivel mundial que aprueba en su legislación‘algo más que las uniones civiles’, y otorga así los plenos derechos de igualdad

Hubo festejos y emoción. La Argentina es el primer país en América latina que establece esa ampliación en el derecho civil. Después de 15 horas de sesión ininterrumpida, después de tres meses de discusión en comisión, después de tres años de campaña de la comunidad gay-lésbica, el Senado aprobó a las cuatro de la madrugada del jueves el proyecto de ley que establece la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan casarse en igualdad de condiciones con las parejas heterosexuales.

Con la decisión tomada por el Senado argentino, que modifica el Código Civil de dicho país y permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano -y el noveno en el mundo-, en sancionar una ley favorable al matrimonio igualitario.

La medida fue recibida con júbilo por organizaciones favorables a la igualdad de derechos sin distinción de raza, sexo o religión. En total, 33 senadores votaron a favor de la medida, contra 27 que se opusieron y tres abstenciones. Con el conocimiento de la sanción de la ley, los miles de manifestantes que se habían acercado durante la tarde del día anterior al Congreso Nacional celebraron con abrazos, aplausos y lágrimas de emoción.

Alex Freire, integrante de la primera pareja gay que se casó en el país, aseguró al diario Clarín que “Argentina es un país mejor” y que el festejo “no es solamente para los gays y lesbianas, sino para todos”.

Durante la tarde, distintas organizaciones sociales marcharon hacia el Congreso Nacional en apoyo a la sanción de la ley y en respuesta a una convocatoria de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). La marcha fue convocada para las 15 hs. bajo la consigna “Si al matrimonio igualitario”. Para esta organización, la sanción de la ley representa una gran conquista social luego de 26 años de activismo pacífico y no-violento.

La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) también convocó a la Marcha. María Rachid, su presidenta, mantuvo una activa participación en el debate público previo a la votación, a quién se le reconoció su paciencia y claridad conceptual.

En un panel organizado por la Juventud del Partido Radical, había asegurado que era importante que se hablara “específicamente de matrimonio”, pues implicaba “procurar la igualdad y los mismos derechos para todos”.

A propósito de las manifestaciones en contra de la normativa propuesta, Rachid declaró que, si bien entendía dichas posiciones, no le parecía correcto “que intenten imponer su opinión al resto de la sociedad y pretender quitarnos el derecho de formar las familias que nosotros elegimos constituir.

“Nuestras familias y nuestros niños existen y ahora el Estado nos reconoció”. La situación legal de las parejas homosexuales con hijos propios o adoptados era una de las grandes problemáticas que la normativa resolvió”, afirmó Rachid

Años de activismo para pedir “más que una ‘unión civil’”
Fue la FALGBT la que dio forma al proyecto de ley, que es apoyado por varias fuerzas políticas y ha recibido un particular impulso desde el oficialismo. De hecho, la semana pasada, durante los festejos por el Día de la Independencia argentina, la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, apoyó la medida al declarar que “las minorías tienen que tener los mismos derechos de todos. Si las mayorías restringen derechos estamos en una etapa fea de la sociedad”.

El Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI), por su parte, realizó una jornada de concientización por la «igualdad y la diversidad». Dicho organismo ubicó una carpa frente al Congreso, a la que convocó a personalidades de la cultura, la política y movimientos sociales, a expresar su apoyo a la Ley de Matrimonio Igualitario. El cierre del evento corrió por cuenta del músico Kevin Johansen.

A diferencia de las propuestas leyes de “unión civil” –que no permiten ni la adopción, ni la patria potestad compartida, ni beneficios gananciales compartidos-, la ley genera un marco legal que pone en idéntico plano, frente al Estado, a las personas del mismo sexo que decidan casarse.

El rechazado proyecto de unión civil no ponía “en igualdad de condiciones al unido civilmente con la persona casada”, señaló el abogado de la FALGBT, Gustavo López, al matutino porteño Página/12.

En el mismo sentido se expresó a dicho medio el jurista Andrés Gil Domínguez, al afirmar que con la “unión civil” se quiso hacer “algo parecido al matrimonio en términos de protección social sin que sea igual y negando la posibilidad de conformar familia en términos de descendencia”.

Con la aprobación de la ley, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano y el noveno a nivel mundial en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, junto a los Países Bajos, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia y Portugal.

Desde diciembre de 2009, y con aval de fallos judiciales independientes, nueve parejas del mismo sexo habían contraído matrimonio en el país. A partir de ahora, sus derechos maritales y parentales serán reconocidos al igual que los de las parejas heterosexuales.

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