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El movimiento indigenista canadiense y Alicia Keys, premiados por AI

La cantante y activista estadounidense y representantes de los pueblos indígenas de Canadá recogerán el galardón Embajador de Conciencia 2017 en Montreal el próximo 27 de mayo

CdP/AI.- Amnistía Internacional (AI) ha reconocido este año con su máximo galardón, el premio Embajador de Conciencia, la trayectoria de la artista Alicia Keys y del movimiento de pueblos indígenas que luchan por sus derechos en Canadá, tratando de poner fin a la discriminación y de garantizar la seguridad y el bienestar de sus familias y comunidades.

“Tanto Alicia Keys como el movimiento de defensa de los derechos de los pueblos indígenas de Canadá, cada uno a su manera, han contribuido de forma inspiradora y significativa a promover los derechos humanos», ha destacado Salil Shetti, secretario general de AI , quien ha añadido que ambos «nos recuerdan que nunca debemos subestimar hasta dónde nos pueden llevar la pasión y la creatividad a la hora de luchar contra la injusticia”.

De la música al activismo

Durante años, Alicia Keys ha utilizado su carrera y su influencia como artista ganadora de 15 premios Grammy para inspirar y hacer campaña en favor del cambio. “Recibir este gran honor, y estar en presencia del movimiento de defensa de los derechos de los indígenas, es una experiencia que te hace sentir humilde”, ha manifestado Keys. “Me anima a seguir alzando la voz contra la injusticia y a utilizar mi plataforma para llamar la atención hacia las cuestiones que me importan”.

Alicia Keys, a quien a menudo se califica como la “Reina del R&B”, ha ido entrelazando cada vez más el activismo con el arte. Su trabajo filantrópico incluye la cofundación de Keep a Child Alive (KCA), organización sin ánimo de lucro que proporciona tratamiento y atención a niños, niñas y familias afectados por el VIH en África e India. KCA identifica a líderes locales de organizaciones de base y se asocia con ellos para diseñar, implementar y compartir soluciones innovadoras a algunos de los problemas más acuciantes en la lucha contra el sida. La organización ha recaudado más de 60 millones de dólares estadounidenses para proporcionar atención para el sida a cientos de miles de niños y niñas y sus familias, y para promover un mayor conocimiento del problema y apoyo para resolverlo.

Además, en 2014, fue cofundadora del movimiento We Are Here, dirigido a animar a la juventud a movilizarse para lograr un cambio utilizando la pregunta “¿Por qué estás aquí?” como llamamiento a la acción. Mediante este movimiento, ha tratado de impulsar a su público a que actúe sobre cuestiones tales como la reforma del sistema de justicia penal y el fin de la violencia por arma de fuego.

El año pasado, promovió y participó en un cortometraje titulado «Let Me In» (Déjame entrar) para conmemorar el Día Mundial de Refugiado. Con su canción “Hallelujah” como tema musical central, el cortometraje trata la cuestión de la crisis de refugiados a partir de la historia de una joven familia estadounidense obligada a huir a la frontera entre México y Estados Unidos.

“Nuestra conciencia es algo que recibimos al nacer, seamos quien seamos. Esa vocecita que te habla y te dice cuándo algo no está bien, yo siempre la uso como guía (…) Desde que era pequeña, mi voz interior me hablaba a gritos. Ahora ya me limito a decir, ‘vale, ¿qué puedo hacer?’. Esa es una pregunta que podemos hacernos a nosotros mismos, y luego actuar al respecto”, asegura la artista.

 

Luz sobre los derechos de los pueblos indígenas en Canadá

Pese a vivir en uno de los países más ricos del mundo, los hombres, mujeres, niños y niñas indígenas se encuentran sistemáticamente entre los miembros más marginados de la sociedad de Canadá. Ahora, tras décadas de silencio público y apatía, un movimiento dinámico y diverso de activistas indígenas ha captado la atención pública.

Este año, el premio Embajador de Conciencia será compartido entre líderes y activistas del movimiento que han encabezado la lucha por el derecho a la igualdad ante la ley, han defendido los derechos a la tierra y han inspirado a actuar a otras personas, indígenas o no.

Desde diciembre de 2012, el movimiento de base “Idle No More” ha ayudado a arrojar luz sobre la lucha que están librando los pueblos indígenas para poder tomar sus propias decisiones sobre sus tierras, sus recursos y su medio ambiente. En primera línea de esta protesta están Melissa Mollen Dupuis y Widia Larivière, cofundadoras del movimiento en Quebec.

Este movimiento, dirigido sobre todo por mujeres, representa una nueva oleada de movilización indígena que ofrece una plataforma a los y las activistas de base, fomenta el orgullo cultural de la juventud indígena y une a indígenas y no indígenas de Canadá sobre temas comunes, como el medio ambiente y la economía.

Recibir un premio internacional tan prestigioso es un reconocimiento a la labor realizada por miles de personas que, a su manera, se han alzado a diario por los derechos de los pueblos indígenas en un movimiento ciudadano espontáneo y pacífico.

Melissa Mollen Dupuis y Widia Larivière han manifestado en una declaración conjunta: “Recibir un premio internacional tan prestigioso es un reconocimiento a la labor realizada por miles de personas que, a su manera, se han alzado a diario por los derechos de los pueblos indígenas en un movimiento ciudadano espontáneo y pacífico. En una sociedad que anima a la búsqueda del poder y del beneficio por encima del bienestar de la comunidad en su conjunto, las palabras y los actos de la comunidad —y de aquellos de sus miembros que corren más peligro de sufrir injusticia social y discriminación— son una de las herramientas más efectivas que tenemos para luchar contra los efectos de la colonización en Canadá.”

Como directora de la Sociedad para la Atención a la Infancia y la Familia de las Primeras Naciones, Cindy Blackstock, lideró una batalla de una década de duración contra la falta de financiación para servicios sociales dirigidos a la infancia de las Primeras Naciones. En 2016, el Tribunal Canadiense de Derechos Humanos dictó una sentencia pionera en la que pedía al gobierno federal que emprendiera acciones inmediatas para poner fin a estas prácticas discriminatorias.

Sin embargo, el gobierno canadiense ha seguido demorando su aplicación de la sentencia, lo que significa que los niños y niñas de las Primeras Naciones siguen sufriendo discriminación. “La gente está abriendo los ojos a la constante discriminación racial del gobierno canadiense respecto a los niños y niñas de las Primeras Naciones y sus familias”, ha dicho Blackstock. “Ahora la cuestión es qué vamos a hacer al respecto. ¿Vamos a permitir que Canadá celebre su 150º aniversario bañada en racismo, o vamos a alzar la voz y exigir que cese la discriminación?”

En qué consiste, por qué y a quiénes se entrega este premio

El Premio Embajador de Conciencia rinde homenaje a personas y grupos que han dado muestra de un valor excepcional haciendo frente a la injusticia, han utilizado su talento para inspirar a otras personas y han promovido la causa de los derechos humanos.

Tiene también por objeto generar debate, fomentar la acción pública y sensibilizar sobre casos inspiradores y cuestiones de derechos humanos. El galardón se inspiró en el poema Desde la república de la conciencia, escrito para Amnistía Internacional por el difunto poeta irlandés Seamus Heaney. Entre los ganadores anteriores se encuentran conocidos músicos y artistas como Harry Belafonte, Joan Baez y Ai Weiwei, o figuras como Malala Yousafzai y Nelson Mandela.

 

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